lunes, 12 de enero de 2015

Serena gratitud




Me sé un poco menos cada día  
y no trasciendes en este mundo
por ser como el ritual de un desafío, 
donde el eco lo acapara el viento  
extrayéndolo como sea, por el contorno de las piedras. 

En esta serena gratitud 
se estremecen las formas de la vida 
y los astros lo agradecen.
Estamos hechos de lo mismo. 

Me sé eso de ser un poco menos, 
porque ya no me interesa madrugar cuando amanece 
y, acá por mis adentros, lo esperé todo. 
¡Aún sigo pensando si la luna bajó alguna vez  
de tanto amar su cielo y, esplendorosa, 
descolgándose en sus luces, exploró 'mi charca', 
sumergida en ella entre los lotos. 

Pareciese que olvida que se viaja en los retratos, 
enredada en las redes e instalada en las palabras.  
Si, no ambiciono más que las lágrimas de lluvia 
deslizándose de los faros de sus ojos; 
su caminar en la distancia por pensamientos escritos 
o ser del argumento acertado para sus noches tristes.

Me sé del tiempo
 vibrando en los cristales
por el viento,
con la mirada perdida entre la lluvia, 
y me sé del olvido polvoriento de mis poemas desorientados, 
seguro que llevo alguna razón que los provoca.

¡Es que tejo con ellos los crepúsculos 
pero también los astros me sienten,
por esta serena gratitud 
que me enseñaron las piedras en silencio!



Autora: alattkeva