lunes, 1 de diciembre de 2014

Macerando olvidos






Título:   Macerando olvidos


Se trata de las fantasías de la autora y de un ser que creo su realidad en su interior desde niña y siempre ha estado con ella.
  Él, es su personaje de su creación al que llama 'Anselmo’. Se despiden y ella como creadora llora mientras lo escucha y conversa con él. para su autora, yo, era necesario cerrar una etapa de ficción en su vida y recuperar la cordura, me decía,- aunque fuese a última hora, habían envejecido juntos y se tenían mucho cariño, desprenderse era lo diícil el uno del otro. Estaba obsesionada y convencida que nada útil había conseguido, con el personaje que siempre la había acompañado desde la infancia, despreciaba todo lo aprendido hasta sus últimos días y lo valoraba como un fracaso. Él, se había convertido en un estorbo, pero no sabía que tenía vida propia. Ella se quejaba que tampoco supo estar, cuando el amor apareció en su vida para recibir sus consejos - se lamentaba su autora- . ¿Cómo pudo fiarse de alguien que no existía, que era además, su invento aunque hablase con él desde su niñez y lo viese pasar al jardín de su casa?

Era todo una gran locura que se había imaginado, seguro; pero era necesario terminar con el fruto de su mente. Así que se dirigió a su personaje y le preguntó de esta forma:


__ ¿Qué pasaría si dejásemos toda esta locura, Anselmo, y te extrajera de mi pensamiento de una vez por todas? Descansaríamos ambos.

- Elisa, me he dado cuenta que estos escombros de la vejez no pueden ser señuelos del amor... Que el honor no se expone desvergonzado y de rodillas aunque sea mejor así, como lo pides, siempre será por lo mismo que se ama nuestro sacrificio. Pero creo, que tú, no parece que reflexiones y te des cuenta de lo que haces, algo te altera para pensar de ese modo. No se me puede tirar borda de tu vida, soy el capitán de tu barca y soy el último que se queda en ella... ¿Acaso se te olvida? No comprendo lo que pasa o porqué te viene en gana hacerlo... Piensa un poco, mi querida anciana, pues yo estoy igual que tú de viejo y tan indefenso como tú... Esto de "la cierta edad" nos llegó a los dos. Lo malo siempre rebota en las almas que lo sufren y rompe los cuerpos, y se enferman por falta de salud o de Amor verdadero. Así que, si no se lo haces ver  a tu corazón o, por qué no a otra alma en iguales circunstancias, sufrirás mucho más. sinceramente no tienes derecho a destruirme porque mueres conmigo; no es que sea negativo, es que estás hecha de felicidades pequeñas, por servir a tu inspiración cuando me lo pedías, estoy hecho de tus muertes intangibles a las que me lanzas por ser yo de tu creación y, encima, me haces culpable o, como ahora, me pretendes ignorar para siempre. Mira, no es tan fácil mi querida "ranita".


__ ¡Ah, amigo mío, sé que lo entiendes! Sabía que esas cosas qu eurdimos por la mente también reflexionan por ser humanos y renuncian a grandes cosas por Amor... Pero pienso que lo debiste hacer por mí hace tiempo, justo por ser imposible pegarse a un sentimiento que se inventa para que su creador, yo, sea feliz, sin saber que su personaje le va a salir respondón, ya lo estoy constatando. ¡Cómo no saber que esto mismo pasa en la vida real, incluso tú mismo lo has pensado como yo; es decir, alguien que ama de igual manera pero calla lo que siente no puede ser feliz, es un penar. Pero también sabe que se puede enfermar o morir por ello, eso lo sabemos los dos sin estar enamorados el uno del otro, sólo nos queremos por ser lo que somos, porque sólo estás en mi imaginación. Sabes a qué me refiero.


__Elisa, la esencia del sentimiento no se debe pervertir con una idea obsesionada con imposibles, aunque sea un mandato divino como a veces lo piensas, incluso yo que se me puso a tu lado, ¿porque tú has aprendido a contestarte a ti misma y con eso te basta?; y menos ser esclava de una ilusión platónica... ¿No te das cuenta de lo que te pasa y crees que 'matando' a tu personaje acabas con todo? Es posible que yo sea tu Ángel de la Guarda, por darte otra idea?... ¡Quien ama lo prohibido o lo que no existe, debe darse media vuelta y despojarse humildemente de sus ínfulas creadoras, descargar su orgullo en renglones de histeria si es posible, aceptar su sino, su soledad o tristeza, reconciliarse con su mundo real, cualquier cosa si tiene quien gratuitamente la inspira. Pero no me dejas otra opción para ser algo más humano por ti, porque yo te pertenezco de cierta forma como 'tu creación'. Pero también debes sentir la voz de tu sexto sentido, en esa petición silenciosa e inconsolable de quien es motivo de un sentimiento y permanece callado, sólo porque soy de nada... ¿Te das cuenta? ...¡Jodidamente callado!... ¿Sabes lo que se sufre? Pues anda y se lo preguntas a tu amor platónico pero no lo pagues con quien te ha ayudado, ¡éso, si no es otro ser inventado como yo! ¿Lo es? (...)


___Anselmo, te vuelves contra mí, eres el fruto de mi imaginación, claro que sí; quizá sea este el fin del verdadero Amor que sentía por quien crees y me lo dices, pues la muerte nos coloca a todos en el sitio que nos corresponde y es lo menos esperado, o por ser  el único que nos corresponde a todos y al que no se debe renunciar, porque nadie se queda acá. Este lugar no da la felicidad total si no es a medias, es incompleto y lo sabes y, aunque no se tenga cerca el amor deseado del mundo que ya se deja, suele ser consolador morir callando. Y aunque sea intangible lo que siento, mi querido Viejo, mi compañero de la infancia, mi padre espiritual de adopción, hermano, amigo, consejero..., ¿qué puedo hacer por ti, ahora, si muero?...Quizás agradecerte todo lo que has hecho también por mí. No morirás mientras esté viva, pero te vas conmigo cuando ya no esté en el mundo y, contigo se van todos mis pensamientos y secretos.

_Más te vale Elisa, no esperes ya más a que aparezca en tus sueños o te llame y me preocupe por ti, para que despiertes y te pongas a escribir tus mejores poemas a... la Luna... ¡Con eso de estar lejos es una ausente luminaria del carajo, que ni siente ni padece como yo tus llantos!
Si, yo grito desde tu corazón lleno de dolor para que lo entiendas, sé también cómo grita ese amor al que has encerrado en tu alma! Ese sublime sentimiento estará en mí como en ti, hasta la muerte, pero ese mismo sentimiento te ha hecho mucho bien y es ahora cuando te ha llevado a abrir los ojos al pensar lo que te dejas... ¿Qué harás sin mí, Elisa? Por eso debo decírtelo alto para que se me oigas y me libere también a mí, sinceramente porque el verdadero amor es una cárcel y duele estar dentro sin poder hacer nada para ser libre. 
Anselmo: ¡es mejor así, vete fuera de mis sensaciones, recobra tu libertad, se por fin feliz, estás libre porque todo ha terminado. Ahora sí que sabrás que he amado de verdad! Mis posesiones son estos escombros que me quedan, estos achaques, esta decadencia que aún camina, pero también la dirijo yo misma todavía por ser consciente de ello... Me sostendrá el vacío cuando faltes y, a la vez, mi estado consciente de las cosaso que percibo hasta el último segundo. Me apoyé en ti y después sobre mis sueños, luego sobre mis versos, y hoy sobre mi bastón cada día, porque no tengo derecho a proyectar ideas que no van a ningún lado, ni a sentir a mis años nada que pueda hacer feliz al amor... ¡No puedo amar un imposible, algo en lo que creí y sigo creyendo dentro de mí: el ideal del sentimiento verdadero! Eso es lo que deberías pensar, Anselmo,  ¿no es cierto que tú también te enamoraste de la luna?


__Elisa, mi querida amiga, mi desnudez se hace transparencia ante ti y la mayor felicidad es dejarte libre sin mi sombra. No ser más esclavo de mis sentimientos o mis obsesiones porque ya sin ti no soy nadie; y tampoco serás la Elisa mujer de carne y hueso, la que me ha creado, - no hay duda de que sufriré porque he sido para ti un yugo soportable, he consumido tu sombra en la que me apoyaba por ser real y verdadera. Ahora toca irse de la vida y del tiempo que ya no me pertenece, por ser el tuyo y yendo hacia atrás te perderé,  porque se irán abriendo las puertas cerradas tras de ti y sentirás cómo sonarán sus goznes cuando pases por ellas; tus pasos sonarán sobre el tiempo de estos años vividos que irás contando, y pasarán como una película por tus recuerdos y, yo, estaré a tu lado sobre cada huella del mundo al que te traje para retornar contigo.

-Yo, amigo mío,  me quedaré con la carne yerma de dolor, lacerada por la realidad y sin más futuro que un montón de versos, tantos como mis huesos, porque sé que todos me los diste tú. No serás del olvido ni de la ausencia por ser mi fiel compañero de camino y, sobre todo, callaré, enmudeceré porque es lo inevitable cuando se ama demasiado; tacharé mi rostro ante las lágrimas, maceraré todos, todos los olvidos.


_Elisa, me cuesta trabajo escucharte y tratar de comprender lo que me dices. ¿Podré sin tí, seguir por el mundo?... ¿Podrás saber lo que piensa ese amor que dices no hallar cuando lea estos renglones y sufra por lo mismo que yo, y no sea fácil comprender que te ha perdido antes de decir... que te ama?

...

-Don Anselmo se volvió de espaldas a su creadora que permanecía en silencio sobre el sofá donde siempre descansaba. Donde sabía que por sus adentros era al mar que miraba con los ojos cerrados. Siempre estaba allí dentro de sí misma cubierta con su pashmina roja por la espalda. Ella era el alma de su ser desde hacía tiempo… Quiso volverse y decir algo más, pero prefirió darse media vuelta al ver que su creadora cerraba los ojos. Se la figuraba vencida por los años y la espera sin nada de lo que había soñado. Pensó como por el peso de todo cuanto guardaba en su corazón la había vencido. Pero ella, su autora, aún era un ser de verdad y estaba  como él mismo viva, en cambio él no era más que un espectro, una creación de su mente, alguien que pasó un día por su imaginación y fue lindo acompañarla, hacerse tangible sólo para ella y sus lectores, Él, era un enviado... un ángel y la había tenido bajo su cuidado. Quiso abrazarla, sería lo correcto, pero estaba hecho de imaginación para ella, era como la bruma sin cuerpo y sabía que ella lo intuía allí esperando...¡Estaba en ella aun vivo!… Tenía que volverse solo por donde había venido, después de todo no era él más que otra sombra como ella o, lo que quedaba de su vida y se iría difuminando; un ser epiritual y no de carne hueso, pero estaba enamorado de algo que no le pertenecía, condenado por los versos a vivir en otro cuerpo tan misterioso como la luna en el cielo y, a la que nadie toca o llega tan fácil; era del mundo pero no tangible y su prosaica realidad se quedaba en la desnudez de un deseo ajeno, una imposición que tomó cuerpo en él y por eso era sólo un instrumento en sus manos, mientras ella componía sus poemas.
Definitivamente se sentía traicionado y para siempre muerto, porque se convertiría en olvido. Para qué darle más vueltas a las vivencias del mundo y de ser sólo un personaje oportuno, en los renglones de unas cuantas estrofas que alegraban la vida de ella con sus palabras y sonidos. Sólo pertenecía al recuerdo de una niña que se había hecho mujer y ahora, anciana como él mismo, escribía por él y casi lo había hecho real e importante, pero no escribía para él. Era un ser incorpóreo, una creación como tantas otras de la farándula de la existencia. Se iría a un lugar de agua, a un sitio donde desaparecer de verdad, se abandonaría a la niebla de su último invierno buscando un lugar a la orilla del mar, ese mar que tanto ella amaba, un sitio donde morir sentado y desnudo sobre la arena al lado del agua o, tomaría su barca y navegaría hacia el olvido... pero ella era su barca...Ella quiso que estuviese siempre cerca a su mar amado y de la forma como lo concibió su mente, caminando por la playa o nadando desnudo en el mar a la luz de la luna. Se quedaría en la escollera de un puerto o moriría despedazado por hambrientas gaviotas…¡pero si no tenía cuerpo!- -pensaba atormentado ...¡Ah, y ese sonido amado de una voz que cantaría a su oído y que él también la había escuchado!...¿Quién sería de esa voz de sirena?

...
Mientras tanto, Elisa, su creadora, se había quedado dormida para siempre y él, Anselmo, se dio cuenta que no podría ir a ninguna parte porque los dos ya no existían. La nada era lo único que los rodeaba. El mar tampoco era , ni la luna existían, eran más de lo mismo, un sueño o un recuerdo de otro Creador mayor.




        Elisa-12


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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...