viernes, 8 de febrero de 2013

Vuelos perdidos

*
Ondula suave la niebla
desliza por la colina,
busca las lluvias de mayo
cabalgando por su cima.

Ondula un vuelo muy alto
en cielos de nubarrones,
en revuelo de la brisa
sintiendo dos corazones.

Ondula el viento y ulula
se revuelca por la arena;
se enfrenta a su mar bien brava
en oleajes de su pena.

Y por la playa desierta
la vida dejó mi huella;
lo saben unas gaviotas
que añoran mares de estrellas.

Pero más ondula el tiempo
en los brazos de mis horas;
en los momentos inciertos
al alba de mis auroras.

Elisa en: "El Ruiseñor"

*
Me conozco en la humana trayectoria 
y depuro mi vida en 'su batea';
consiguiendo lavar donde bucea
viejos vuelos del ave migratoria.

Es preciso levar de la memoria
un anclaje embriagado de marea;
aprender a alejarse de platea
si unos versos sin luz son nula historia.

Escribiendo aleteas. Se renace
y gravitas por sueños sin consuelo.
Mas no evitas un vuelo advenedizo.

Pues volar en vaivén de lo que mece
es silbar desatando un canto al cielo
sin poder escapar de tanto hechizo.


Elisa en: "El Ruiseñor"

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...