miércoles, 17 de octubre de 2012

Los detalles de las cosas


Esas pequeñas cosas  asumiendo detalles
sin usura del alma que las siente;
esas pequeñas cosas
  que nos diferencian
de los otros, son las nuestras.

Ese responder cuando la paciencia agota
la esperanza, y nos grita cansada
las tantas tristezas acumulas
y por algún lado,
algo siempre falta.

Ese tiempo fugaz que ya se nos escapa
con ese dolor pegado a tantos borde,
y a tanto hueso desgastado
y músculo reclamante
deseando asirnos un poco más allá
de la esperanza,
mientras se marcha este sueño de vivirnos
y se completa la existencia en su goteo
¡Marchitándose todo poco a poco,
nunca debe asustarnos si se va muriendo!

Los trinos, ¡ah, los tuyos y los míos!
Con nuestros versos a la aurora,
el efluvio del huerto de los besos
o la caricia dormida entre las manos.
¡Dios, se morirá la rosa ....
se morirá...
cualquier invierno!

Este viaje de cabellos blancos
grana los años en espigas,
con su párvulo deletreo siempre censurado
por reglas malsanas,
-¿malsanas?-
¡Si!
Obligadas, perfectas, exigentes, puras.
¡No nos engañemos!
...
Y para qué, -me digo-, si al morirnos queda
un silencio absoluto en los renglones
yermo de recuerdos, dormido para siempre 
con su poco de un 'yo'... o de un 'nosotros'
de nuestra nada gravitando.
¿Ah, y quiénes fuimos?
¡Censurando esto de la vida
en un sinvivir que empuja a ser semilla!

Y qué será de esas pequeñas cosas
las que un día nos unieron,
las que no tienen precio 
por ser las únicas rimas
escritas con el alma.
¡Sí, Amor!
Tu cuerpo junto al mío.

alattkeva-12

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...