martes, 18 de septiembre de 2012

El mar lo sabe todo...

               

Entre cada idea
hay un rimo danzante 
ante mis ojos
y por aquí el tiempo
se nubla por los párpados,
fustigando su caudal.
Sin saber cómo desprenderse
de la sombra emboscada de tropiezos,
persiguiendo eternidades.
Llueve en los días de dudas 
y empapados, somos mansedumbre
en el ritual de letras que caminan
hacia la hondura en la distancia
donde seremos de la niebla.

Amor, me iré...
Me estoy yendo desde entonces
en cada uno de mis pasos
cuando avanzo hacia el invierno,
hacia el lugar de esperas
pensando en cada beso y sus caricias,
amigas de mi dicha y compañeras
en la quietud silente de una mano tendida, 
en el verbo rebelde de un pensamiento
sin riendas desbocado;
corriendo raudo, ebrio por los sueños
pisando las arenas de mares y de espuma
sintiéndose un loco en febril sacudimiento.
¡Y el mar que lo sabe todo, parece que se olvida!

alattkeva-12)

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...